lunes, 12 de enero de 2009

Carta a una amiga

Saliendo de lo común...

Tan diferentes, pero siempre te apoyaré. Aunque tú decías negro y yo decía blanco, al final me sorprendió tu decisión. Lo que nunca espere, pero que ahora sucede. Nuestras vidas cambian en un dos por tres, y en cada momento y en cada lugar ahí estaré. Empiezas a sorprenderme. ¿Qué si estoy orgullosa de ti? Por un lado sí, pero por otro, siempre te lo dije. Sabia lo que decía, pero ahora la situación me deja desarmada. Tanto tiempo en contra, tiempo a favor y de nuevo en contra.
Pero todavía, esto, puede cambiar: ¿Qué hubiera hecho yo?, ¿Qué hubiera hecho alguien más?
Nada se sabe hasta que uno se encuentra en los zapatos ajenos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso si es que se llega a los zapatos ajenos.
"Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra,
puesto que está tendida a nuestros pies". Ojalá todo vaya bien Dispe.